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CARLINCATURA APARECIDA EL 15/06/2014 EN EL DIARIO LA REPÚBLICA

PILOTO AUTOMÁTICO O DÉJÀ VU ANTICIPADO AL 2016

O también, semejanzas entre la izquierda limeña y el nacionalismo peruano

Publicado: 2014-10-26

Si observamos con atención los hechos políticos recientes, vemos similares traspiés en la izquierda limeña y el nacionalismo, cayendo en los mismos errores y soportando la misma estrategia de sus opositores. Creemos que el derrotero de una, es la antesala de lo que le sucederá a otros el 2016…

Para empezar, cada uno de nuestros ex candidatos, asumidos representantes del sector popular, se erigió como la alternativa a gestiones catalogadas de continuistas, y/o corruptas, con los casos emblemáticos de Comunicore y los Petroaudios en las gestiones de Castañeda y García. Por eso, tanto Villarán como Humala tuvieron el apoyo en determinado momento, de diversos sectores de la izquierda, para formar la Confluencia Fuerza Social y Gana Perú, recibiendo luego el respaldo del toledismo, un aliado ahora debilitado como ellos, luego del caso Ecoteva y la ruptura con Acción Popular y Unión Regional -teniendo también joyitas como Pilar Freitas o José León-. Todos juntos vienen haciendo frente, como diría un amigo, a la “derecha cavernaria”, representada en Lourdes Flores el 2010, Keiko Fujimori desde el 2011 y Alan García al 2016. Pero, ¿cuánto de esa esperanza de cambio se hizo realidad, y en qué estado se encuentran sus sufridos votantes en este 2014?

Ambas gestiones, a pesar de las variopintas acciones emprendidas, parecen haber disminuido su apoyo en el sector popular, ese 30% de leales del que tanto habla Carlos Tapia. Pero, como hemos demostrado, los votantes de Humala y Villarán han cambiado y ahora son más bien provenientes de sectores mesocráticos, por lo que los ataques mutuos entre la izquierda y el nacionalismo no sirven para recuperar a las clases D y E, que ahora se identifican con un tipo de “derecha popular”, que se manifestó en la elección de Castañeda. Habría que evaluar porqué. Mucho ha tenido que ver que, tanto del municipio limeño, como del gobierno nacional, se ha llevado adelante reformas impopulares, sin respaldarse en estudios o compensaciones de impacto social, perjudicando a este sector, en muchos casos. Si bien es cierto, se continuaron y ampliaron los programas sociales, o los hospitales y las escaleras, un grueso del sector informal, por ejemplo, el de ambulantes o mineros ilegales, han sentido la mano dura de gestiones que buscan fortalecer la institucionalidad en el Estado. Momento álgido se dio durante el conflicto de Conga y el desalojo de La Parada, ambos con saldo de víctimas, con pésimo manejo, seguido de renuncias, expulsiones o revocados en las filas de Villarán como de Humala, pasando una, de 21 regidores a 4, y el otro, de 47 congresistas a 37. La pérdida de identidad con la población que los apoyó, falta de liderazgo o el cargamontón de los opositores, complementaron el déficit de las gestiones, en cuanto a promesas incumplidas e ineficiencia. La reforma del transporte, antes perjudicando a taxistas y luego a líneas de buses, con pasajeros incluidos, ha chocado directamente con el bolsillo de muchos limeños –pregúntenle a los que vienen de San Juan de Lurigancho, o que van a Villa María del Triunfo por el corredor azul-. El aporte obligatorio de las AFP o medidas que insisten en apretar a las mypes y pymes, en vez de a las grandes empresas, va del lado del gobierno. Se ha promovido la inversión privada en ambas gestiones, esa que se cuestionaba mucho en la izquierda y el nacionalismo, con altibajos, como en la Vía Parque Rímac, o el Gaseoducto Sur Peruano, ahora Andino, con amigos que justifican las deficiencias de una empresa, y lobistas de izquierda como en la derecha, abogando sin vergüenza.

Todo lo enumerado puede tener como una de sus causas, la impericia en los primeros años, pero también la confianza en un entorno más técnico, con las gestiones dejando de hacer política, esa que es necesaria para ganar elecciones, y permitiendo avanzar demasiado a una derecha con sed de sangre, que promueve revocatorias y vacancias, con gran apoyo de amigos fácticos, sobretodo, de la concentración de medios. A eso hay que sumarle que tanto Villarán como Humala tienen partidos débiles, que no han podido consolidarse debido a la migración de sus direcciones a la gestión pública y cuyos afiliados no tienen directivas claras sobre qué hacer, con estrategias del gobierno, desligadas de la militancia. Asimismo las gestiones, conservaron y siguen manteniendo a altos directivos, entre gerentes y directores, provenientes de la gestión pasada, esa a la que tanto se le cuestionó, en Lima y el país. Y se aclara que una cosa es no caer en copamientos del Estado, y otra, permitir que tecnócratas partidarios opuestos al nacionalismo, hayan copado casi todos los cargos de dirección en todo el país. Está demás decir que muchos funcionarios de alto nivel no han estado en la línea de lo pregonado tanto por Villarán como por Humala, retrasando las obras y reformas, filtrando información como en el Pronaa y ahora Qali Warma, priorizando consignas partidarias opuestas a la gestión, no permitiendo la difusión de la inversión social y millonaria, y dando la percepción de que “no se hace nada”. Eso ha contribuido a la idea que tanto la izquierda como el nacionalismo son incompetentes o que no saben gobernar, e incluso, estarían implicados en casos de corrupción –con la caja metropolitana o el resguardo policial a López Meneses-. Por tanto, ambas gestiones, que vinieron a cambiarlo todo, fueron al final absorbidos por el sistema, y no se diferencian del resto, de la derecha, y ante eso, ésta se convierte en el mal menor, que hace obra, aunque se robe. Los opositores quieren ser esa opción, siguiendo el ejemplo de Castañeda.

Por eso, no es de extrañar los últimos intentos de varios impresentables, auspiciados por apristas y fujimoristas, que intentan enlodar, como antes embarraron a Villarán, sembrando psicosociales al viejo estilo de los años 90, para que en medio de la nueva partidocracia tradicional aparezca otro grupo político anti partido, al que ya nos tienen acostumbrados. Y no han escatimado esfuerzos, al punto de reunirse 46 veces con mineros ilegales anti gobierno, dirigir la comisión López Meneses y acuñar el montesinismo a Locumba, todo sin pruebas fehacientes, pero replicadas por las cajas de resonancia de opositores políticos y mediáticos. Similares y furibundos ataques tuvo Villarán en la época de la revocatoria y ahora, en la reciente elección, de manera que le será difícil recuperar su imagen en el corto plazo. Pero de todo, el más grave daño que Villarán le ha hecho a la izquierda, es que la ha postergado una vez más del poder, quedándose en percepción de muchos el adjetivo de “incapaz”, que se quiere endilgar también al nacionalismo, recibiendo la misma carga de los mismos de siempre, entre apristas y fujimontesinistas dentro y fuera del Estado. Se podría pensar que teniendo tantas similitudes, en estilo de gestión, como en similares adversarios, la izquierda limeña de Villarán debería unirse al Nacionalismo Peruano, para enfrentar juntos el avenir. Pero es pronto para aplicar sumas que restan, así como para pedirles madurez a algunos que mantienen anhelos cortoplacistas o sus aventuras electoreras, sin existir una respuesta organizada ni de uno ni de otro, para responder y enfrentar a los opositores, con estrategias dispares con miras al 2016.

Por eso, concluimos que la caída de Villarán y la izquierda limeña como opciones políticas, salpica también al gobierno y/o nacionalismo peruano, que tienen el mismo comportamiento, y que en un año y medio, ese déjà vu anticipado que pronosticamos se concretará, con una opción de derecha en el sillón presidencial, desde Keiko hasta PPK, si se persisten en los mismos errores o falencias políticas, que otros ya cometieron. Y no habrá asesor ni milagro que pueda cambiar la percepción de los tropiezos estratégicos y desviaciones políticas de los “partidos del cambio”, y que ahora son en parte cómplices del retorno de una mafia y corrupción más envalentonada, con un primer aviso vía los resultados de las elecciones regionales. Salvo claro, que se esté cocinando algún outsider…

René Galarreta

Estambul, domingo 26 de octubre de 2014


Escrito por

René Galarreta

Un Idealista Material y un Materialista Ideal...


Publicado en

René Galarreta Achahuanco

Ver la política, desde la práctica a la teoría, y luego, sólo después, al revés...